Encuentro muy placentero encender la chimenea de casa, esa actividad se me hace metáfora de la propia vida. A lo largo de la historia, desde que el mito de Prometeo ofreciera el fuego al hombre, magia y teluria, la civilización ha ido avanzando en torno al fuego, por eso era tan importante su conservación y suponía la supervivencia de la tribu: se han podido asar y cocer los alimentos, se han podido forjar armas y demás utensilios, y metafóricamente redime, destruye y ata en una apoteosis mística del amor. Todo arde si se aplica la chispa adecuada, dice un proverbio zen. En efecto, preparar la candela es lo más parecido a crear un sistema de elementos ligados, establecer prioridades y diversas estrategias. El fuego ha ido aherrojando la mentalidad de los hombres, es la misma vida en su discurrir, y por ello preparar la chimenea es todo un ritual cotidiano que compendia toda la filosofía de la humanidad.
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