El escritor José Luis García Martín tiene en su frente un laberinto de atardeceres provincianos que le infunden cordialidad cercana y sincera. Conversador todoterreno y vibrante, guarda un aire de Woody Allen asturiano como hemos reconocido Natalia y yo tras conversar con él en el café.
El diario es su género predilecto, en donde se encuentra más cómodo, ofreciéndonos retazos de su vida abiertamente. En Sueño, fantasmagoría (2005) hace un recorrido íntimo de una buena temporada (en la que discurren nevadas y esplendencias primaverales) a través de viajes, libros y películas que este escritor hace suyos, reinventando una realidad teñida de vaga melancolía, crepuscular, sabiéndose paseante por el eterno libro del mundo que le invita a pasar sus páginas continuamente, apurando honda pero serenamente su tiempo porque como él mismo escribe hoy es siempre todavía.
El diario es su género predilecto, en donde se encuentra más cómodo, ofreciéndonos retazos de su vida abiertamente. En Sueño, fantasmagoría (2005) hace un recorrido íntimo de una buena temporada (en la que discurren nevadas y esplendencias primaverales) a través de viajes, libros y películas que este escritor hace suyos, reinventando una realidad teñida de vaga melancolía, crepuscular, sabiéndose paseante por el eterno libro del mundo que le invita a pasar sus páginas continuamente, apurando honda pero serenamente su tiempo porque como él mismo escribe hoy es siempre todavía.
Comentarios
Tu vida es como un jardín en el que la belleza tiene siempre presencia.
Gracias por aquel momento, en el que te admiré aún más.
Ahora me voy junto al mar ¿vienes?