Nit de l'Art 12

La otra noche pudimos disfrutar de una jornada de puertas abiertas en todas las galerías de arte de Palma durante toda la víspera, formando entre todo el público un festivo peregrinaje con paradas a lo largo de la ruta de espacios expositivos, públicos y privados, en toda la ciudad de Palma, y en cada uno de ellos, un pic-nic preparado en cada sala para sobreponerse entre paseo y paseo de uno a otro extremo de la ciudad,  donde proliferan los espacios expositivos si tenemos en cuenta la población (mediana en número) de esta ciudad.




Palma es una ciudad en la que conviven salas de varias estéticas y sesgos, unas más clásicas y afincadas en su trayectoria (suponemos que con una cartera fiel y tradicional de clientes), asociada a los barrios burgueses como la Avinguda Jaume III, junto a otras de nuevo cuño que han surgido como rara avis en los viejos barrios palmenses, con un discurso muy dinámico y contemporáneo, con otro concepto expositivo en donde el espacio y la luz forman parte también de la experiencia estética, un fenómeno muy similar a lo ocurrido hace unos años en el barrio del Raval de Barcelona (cuando una gran multitud de artistas decidieron transladar allí sus talleres y se fundaron diversas galerías alternativas, aprovechando el tirón de algunos museos cercanos).

Estas nuevas galerías palmenses apuestan por un arte de impronta urbana, reflexiva y de discurso meta-artístico y conceptual en muchos casos, hay una gran presencia de obra gráfica debido a nuestra cultura (audio)visual, en donde el sentido de la inmediatez tiene gran presencia, de la misma manera que la obra fotográfica, como huella documental y crítica que se quiere infundir. Junto a ellos, también son destacables los ready made (los objetos encontrados o manipulados) de herencia surrealista, reiterando la reflexión crítica en torno a las fuentes del arte, así como las instalaciones o ambientes, de fuerte carácter conceptual, que facilitan (con la intervención artística de un entorno dado) la experiencia de los sentidos, habitando el espacio artísticamente.

La Nit de l’Art nos ha permitido ratificar todas estas tendencias con una gama suficientemente amplia que avalase nuestro criterio. Un proyecto cultural muy sugestivo que esperamos sensibilice al gran público sobre la necesidad del arte en nuestra vida. Para próximas ediciones sería interesante añadir otros aportes complementarios como conciertos de música en directo o performances diversas. Necesitaríamos una nit de l’art no cada año, sino cada trimestre, y la siguiente noche de happy hour en los cafés para descansar de toda esta intensa y apasionante romería artística.

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