Manuel Ramos, editor extremeño independiente (y superviviente)

Manuel Ramos es un editor extremeño. Sí. Existen. Y se ha atrevido a editar una antología de relatos eróticos de autores de la región sin subvenciones ni ayudas oficiales de ningún tipo. Emilia Oliva (una de las autoras antologadas) ha presentado en la tarde del viernes en el Conventual Las Claras el volumen, titulado Instintos Naturales, que recoge nueve textos de otros tantos autores entre los que se encuentran Efi Cubero, Tomás Martín Tamayo, Florián Recio o Vaz Leal, ilustrado con dibujos al carboncillo de Casilda Pérez.

Emilia ha realizado una medida, rigurosa y clara exposición teórica sondeando en su globalidad la manifestación del erotismo y los avatares de su acogida, distinguiendo entre lo erótico (sentido vitalista del ser humano) y la pornografía (variante mercantil del erotismo en nuestra era industrial y mass-mediática), ambas manifestaciones separadas por la frontera del estilo, estableciéndose una gradación de uno a otro polo en función de la sutileza revelada.

Manuel con una modestia desconcertante ha declinado firmarme un ejemplar de Instintos naturales, Emilia me lo ha dedicado rindiendo tributo a nuestra amistad (ya larga) con unas palabras tan cordiales y amistosas que me estremecen de emoción, una de esas ocasiones que cualquier gesto de agradecimiento es pobre y lamentable, y así, el estar en deuda con ella es decir poco, más bien estoy ya hipotecado de por vida.

Hemos celebrado el encuentro Manuel y su paisano David, Emilia, María Jesús Manzanares (espléndida en la noche) y yo con unos vinos, charlando sobre el escaso interés institucional en apoyar iniciativas como las de Manuel Ramos. Sin embargo, yo creo que, gracias a Dios, la cultura seguirá existiendo sin o a pesar de las instituciones oficiales. Manuel Ramos lo ha demostrado con esta su nueva producción. La edición alternativa existe en Extremadura. Servidor de ustedes es un modesto ejemplo también.

Comentarios

Emilia Oliva ha dicho que…
Muchísimas gracias Roberto por volver a recoger en tu blog las actividades de esta trabajadora incansable, a quien si le sigues demasiado de cerca el paso, acabará agotándote.
Siempre he sostenido que erraba quien interpretaba o discernía el valor de una obra a través de la biografía del autor. Es el riesgo de este género recién estrenado de los blogs literarios. Pero claro, ¿cómo plantear a estas alturas, verdad, que haya una separación entre la vida y la obra? ¿Cómo plantear siquiera un límite cuando la obra es el propio cuerpo expuesto como hemos visto en la exposición Artísimas esta noche?
Un abrazo
Emilia Oliva